La imagen de cualquier marca es un logotipo, por el que un usuario reconoce una empresa, entiende su campo de actividad y comprende sus valores fundamentales. Incluso el símbolo gráfico más sencillo puede crear una fuerte conexión con la clientela y establecer una comunicación.
Pero hay algunos puntos que merecen especial atención. Por ejemplo, vale la pena averiguar por qué ciertos logotipos son familiares y destacan entre los miles, mientras que otros simplemente se quedan en el camino. Por ejemplo, si se dice manzana, se asocia inmediatamente con Apple. Así que tienes que pensar hasta el más mínimo detalle, y eso te ayudará a tener éxito.
Numerosos estudios de marketing y publicidad sugieren que cada día una persona media ve unos 3.000 mensajes publicitarios. Se trata de un enorme flujo de información, medios sociales, correo y mensajeros. En todas partes, diferentes marcas ofrecen sus propios productos y servicios, y un logotipo en la promoción es un aspecto importante.
En la mayoría de los casos, un buen logotipo es una especie de tarjeta de visita. Y se necesita un poco de tiempo para hacerse una idea de la empresa. Y una imagen visual impactante puede influir en el comportamiento de los clientes.
Actualmente, existen varios tipos de logotipos más comunes:
Texto. Es la opción más demandada y la utilizan empresas de todo tipo. La concisión y la sencillez son los principales factores. En función de las necesidades y las tendencias, puede cambiar el rendimiento estilístico y el tipo de letra, y así actualizar el aspecto. Esta variante será la solución adecuada en caso de que el nombre conste de un par de palabras o no haya posibilidad de traducirlo en una abreviatura.